Día de religión

El patrimonio cultural es fundamental para garantizar la esencia misma de la humanidad y el respeto por las tradiciones culturales es la base de la sostenibilidad de las sociedades, el lenguaje y la religión son ejemplos perfectos de conservación cultural que se enriquecen con el paso del tiempo. La tauromaquia como acto de cultura popular está profundamente ligado a la espiritualidad religiosa, dos componentes propios de este patrimonio entrelazados entre sí. Situémonos en Sevilla, cinco pétalos de cristal de roca francés de color verde adornan la espectacular imagen de la famosa Virgen de la Macarena, patrona de los toreros. Venerada y respetada por todos aquellos que salen al ruedo a enfrentarse con la muerte. Su imagen es cargada por las calles de ciudad, en la tradicional ''madrugada'' del Viernes Santo y su memoria resuena en las paredes de las plazas de toros del mundo. Su nombre completo es María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada, y ese ''coronada'' lo recibe luego de que en 1964 la imagen de talla candelero del siglo XVII que reposa en la bellísima basílica de la Macarena en Sevilla, España fuera canonizada. Después de la muerte de Joselito el Gallo, gran benefactor de la hermandad de la Esperanza, la imagen fue vestida de luto, en señal de recogimiento.